Martín Garitano, el candidato de Bildu, será hoy casi con toda seguridad investido diputado general de Guipúzcoa con el apoyo de Aralar. Recibirá en el Pleno de las Juntas Generales la venera y el bastón de mando de manos de Markel Olano (PNV). De esta manera, la izquierda independentista se hará con la institución más importante que ha gobernado en toda su historia y manejará un presupuesto de 800 millones de euros. Nadie en la coalición formada por la izquierda nacionalista, EA y Alternatiba quiso vender la piel antes de cazar el oso, alegando que en política las sorpresas pueden darse hasta el último minuto. La posibilidad de que el PSE vote hoy a Markel Olano (PNV) como diputado general quedó dinamitada tras la defenestración de los socialistas de las alcaldías de San Sebastián, Andoain y Lasarte.
El PNV podía haber evitado que el PSE perdiera estos municipios, a cambio de un apoyo socialista a los nacionalistas en la Diputación. Los peneuvistas no solo no apoyaron a los socialistas en estos municipios, sino que se aliaron con Bildu en Lasarte-Oria para desplazar al PSE, la lista más votada, lo que acabó con cualquier entendimiento de cara a la investidura del diputado general.
Poder casi absoluto
La falta de acuerdo posibilitó que Bildu haya logrado un poder municipal casi absoluto, control que se trasladará a las mancomunidades y al consorcio de residuos.
El Pleno de hoy será largo y en el mismo se presentarán cuatro candidatos a diputado general: Martin Garitano (Bildu), Rafaela Romero (PSE), Markel Olano (PNV) y Juan Carlos Cano (PP). Se realizarán dos votaciones. Si en la primera uno de los aspirantes obtiene la mayoría absoluta, será elegido directamente diputado general. Esta situación no se dará. Por tanto, será necesaria una segunda vuelta y en esta bastará con lograr la mayoría simple. De esta forma, Garitano saldrá elegido diputado general con las 22 papeletas de Bildu y la de Aralar, en tanto que Olano recibirá las 14 del PNV, Romero las 10 del PSE y Cano las 4 del PP.
Este último lamentó ayer que los últimos esfuerzos realizados por su grupo el martes pasado, con el fin de acercar las posturas de PNV y PSE, hayan resultado en vano.
Aralar, por su parte, mostró su «sorpresa» ante la negativa de Bildu de suscribir un acuerdo de colaboración de cara a toda la legislatura, pacto que no conllevaría la entrada en el Ejecutivo foral. No obstante, anunció que votarán a favor de Garitano como muestra de su voluntad de seguir negociando y «alcanzar un acuerdo por la paz». El nuevo equipo tendrá que gobernar en minoría. Bildu contará con la fuerza de sus 22 diputados, a los que podría sumar el de Aralar. Es decir, 23 miembros en una Diputación formada por 51 . Este reparto obligará a negociar el presupuesto y todas las demás normas forales.
